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La caries dental es causada por bacterias que devoran la capa protectora externa (esmalte) de un diente. Ayude a prevenir la caries dental en los niños pequeños adoptando los siguientes hábitos saludables:
Enséñele a su hijo a cepillarse los dientes y usar hilo dental todos los días. Limpie las encías de su bebé con un paño suave o una gasa para eliminar la placa antes de que le salgan los primeros dientes. Cuando le salgan los primeros dientes, límpielo con un cepillo de dientes suave. Si su hijo es menor de 3 años, pregúntele a su dentista si está bien usar una cantidad de pasta dental con flúor del tamaño de un arroz. Use una cantidad del tamaño de un guisante para niños de 3 a 6 años. Empiece a usar hilo dental en los dientes de su hijo cuando tenga dientes que se toquen entre sí. Para obtener más información, vea el tema Cepillar y usar hilo dental en los dientes de un niño.
Cuide bien sus propios dientes y encías. La saliva contiene bacterias que causan caries. Mantenga sus propios dientes y boca saludables para que sea menos probable que transfiera estas bacterias a su bebé. Evite compartir cucharas y otros utensilios con su bebé. Además, no “limpie” el chupete de su bebé con la boca.
Evite el contacto prolongado con azúcares en la fórmula y la leche materna. Retire un biberón de la boca de su bebé antes de que se duerma. Esta práctica ayuda a prevenir que las bacterias bucales produzcan ácidos que causan la caries del biberón. Además, limpie los dientes de su bebé después de alimentarlo, especialmente por la noche.
Sea inteligente con los jugos. El jugo no es parte de una dieta saludable. En comparación con una pieza de fruta, el jugo de fruta no tiene la valiosa fibra, generalmente tiene más calorías y se absorbe de manera diferente. A menos que la etiqueta diga que una bebida de frutas es 100% jugo, tenga en cuenta que muchas bebidas de frutas son solo agua, un poco de sabor a jugo y mucha azúcar agregada. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda no más de 4 onzas líquidas (120 ml) a 180 ml (6 onzas líquidas) de jugo 100% de fruta al día para niños de 1 a 6 años. Esto significa ½ taza a ¾ taza.
Introduzca tazas para beber liquidos a los 12 meses o antes. A esta edad, la alimentación frecuente con biberón, especialmente con jugo u otros líquidos con alto contenido de azúcar, aumenta la probabilidad de que el niño desarrolle caries dentales. Por la noche, puede llenar la botella con agua corriente. Durante el día, dele una taza vacía para que juegue su hijo.
Proporcione a su bebé mayor o niño pequeño alimentos saludables. Dele a su hijo alimentos nutritivos y combínelos de manera que ayuden a reducir el riesgo de caries. Por ejemplo, ofrezca comidas que incluyan cereales integrales, verduras y frutas. La mozzarella y otros quesos, el yogur y la leche son buenos para los dientes y son excelentes bocadillos para después de las comidas. Ayudan a limpiar la boca de azúcares dañinos y protegen contra la placa. Haga un esfuerzo por enjuagar o cepillar los dientes de su hijo después de que coma alimentos con alto contenido de azúcar, especialmente alimentos dulces y pegajosos como las pasas.
Las cantidades normales de fluoruro que se agregan a los suministros públicos de agua y al agua embotellada son seguras para niños y adultos. Si su hijo necesita flúor adicional, su dentista puede recomendarle un suplemento o un gel o barniz que le aplicaría a los dientes de su hijo. Use suplementos solo según las indicaciones. Y manténgalos fuera del alcance de su hijo. Demasiado fluoruro puede ser tóxico y manchar los dientes de un niño.
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