Las fracturas son una cosa común en el mundo de la odontología. Las fracturas o grietas ocurren en todas las edades, aunque están más presentes en las personas mayores de 25 años. Pueden ser muy dolorosas, difíciles de diagnosticar y, a veces, fáciles de tratar. Hay varios tipos de fracturas, que veremos a continuación.
El primer tipo de grieta se conoce como fractura supra-gingival oblicua. Esta fractura se encuentra por encima de las encías, y normalmente ocurre cuando se muerde demasiado en algo. Normalmente, esta fractura no involucra el nervio. Una vez que se rompe el área fracturada del diente, el dolor desaparecerá. Aunque la dentina expuesta puede causarle algo de dolor, puede visitar al dentista y repararlo. Si la fractura es grande, es posible que deba colocarse una corona en el diente para evitar que se produzcan otras fracturas en ese diente.
El segundo tipo de grieta supera muy por debajo de la línea de la encía, y se conoce como una fractura sub-gingival oblicua. Una vez que el diente fracturado se rompe, normalmente permanece adherido a las encías y causa un dolor terrible hasta que se lo extraiga. Una vez que le hayan extraído la pieza del diente de las encías, el diente será similar a la fractura supra-gingival. Normalmente no afecta a los nervios, aunque como resultado de la pérdida del área del diente, es posible que necesite un conducto radicular para limpiar el diente antes de colocarle una corona.
La gravedad de esta fractura depende de lo lejos que haya ido más allá de la línea de las encías. Si ha llegado hasta el fondo de la línea de las encías, es posible que no pueda salvar el diente. La grieta puede estar presente durante muchos años, antes de que empieces a sentir algún dolor. Para estar seguro, debes ir a chequeos regulares con tu dentista, ya que él puede detectar grietas y otros problemas.
La fractura de la raíz oblicua es la siguiente, aunque no involucra en absoluto la corona dental. Este tipo de fractura casi siempre se encuentra debajo de las encías, normalmente debajo del hueso. Si se encuentra una fractura en la raíz cerca de la corona del diente, normalmente resultará fatal. A veces, puede salvar el diente con un conducto radicular, aunque normalmente se pierde más tarde debido a un absceso del hueso que rodea la fractura.
El último tipo de fractura es el más difícil de tratar. Las fracturas verticales de la raíz apical ocurren con la punta de la raíz y pueden causarle dolor intenso, incluso si se le ha extraído el nervio con un conducto radicular. Aunque el nervio no esté presente, las fracturas verticales de la raíz apical causan mucho dolor, que se produce en el diente.
Normalmente, las fracturas verticales apicales le causarán más dolor que cualquier otro tipo de fractura. El dolor resultante proviene de los fragmentos que ejercen presión sobre el hueso, lo que hace que las piezas fracturadas se tensen. Casi la única forma de obtener alivio de este tipo de fractura es conseguir un conducto radicular, ya que aliviará el dolor y sacará la pulpa muerta del diente afectado con la fractura.
Aunque las fracturas son muy comunes y muy dolorosas, nunca debe dejar de ir al dentista. Las fracturas pueden volverse cada vez más graves si no hace algo al respecto, por lo que nunca debe dudar en acudir al dentista. Su dentista podrá diagnosticar el problema y solucionarlo antes de que tenga la posibilidad de empeorar.
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