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¿Tu aliento es fresco? Según una investigación, más de 80 millones de personas experimentan halitosis crónica, también conocida como mal aliento, y aproximadamente la mitad de los adultos la han experimentado en algún momento.

La mayoría de los casos son causados por problemas con las encías y la lengua.

Tener mal aliento puede ser bastante incómodo, sin embargo, es un problema frecuente que se puede evitar.
Para combatir el mal aliento y mantener una boca sana, implementa estas nueve recomendaciones:

Asegúrate de cepillarte los dientes dos veces al día.

Para eliminar eficazmente la placa y los restos de comida, se recomienda cepillarse los dientes durante dos o tres minutos, dos veces al día. Es fundamental saber cuándo cepillarse, especialmente durante el desayuno, y hacerlo siempre antes de acostarse. Incorporar una rutina de cepillado con bicarbonato de sodio puede ayudar a disminuir la acidez e inhibir el crecimiento de las bacterias responsables del mal aliento.

Es importante usar hilo dental todos los días para mantener una buena higiene bucal.

El uso de hilo dental es necesario para eliminar las partículas de comida que quedan atrapadas entre los dientes y que el cepillo de dientes no puede alcanzar. Si no se eliminan estas partículas, las bacterias pueden alimentarse de ellas, lo que provocará el desarrollo de un aliento desagradable.

Limpia tu lengua cepillándola o raspándola.

Es importante limpiar la lengua periódicamente para prevenir la halitosis, ya que las bacterias pueden acumularse en su superficie rugosa. Es necesario limpiar toda la superficie, incluidas las papilas gustativas y los pliegues, para eliminar cualquier acumulación. Un raspador de lengua de plástico, que se puede comprar en las farmacias a bajo costo, es una herramienta eficaz para esta tarea. Alternativamente, también se puede utilizar un cepillo de dientes para cepillar la lengua.

Emplear un enjuague bucal.

Usar un enjuague bucal para tapar el olor no solucionará la causa fundamental del mal aliento crónico causado por un problema dental. Incluso puede agravar el problema al irritar los tejidos de la boca.

En lugar de usar un enjuague bucal tradicional, considere probar un enjuague simple usando una combinación de agua y una pequeña cantidad de aceite de menta. Otra alternativa es enjuagar con té negro o verde. Según dos estudios separados realizados por la Universidad Pace y la Universidad de Illinois en Chicago, se ha descubierto que este método inhibe eficazmente el crecimiento de bacterias que causan el mal olor en la boca.

Programe una cita con su dentista.

Si no está seguro de tener mal aliento crónico, se recomienda visitar a su dentista. Pueden evaluar el alcance del problema y determinar su gravedad.

Un dentista puede evaluar cualquier problema relacionado con la salud bucal y puede recomendar una consulta con su médico de familia o un especialista si se sospecha que el problema es causado por una infección interna.

Eliminar el hábito de fumar y evitar el consumo de productos derivados del tabaco.

Para aquellos que buscan otro incentivo para dejar de fumar, he aquí uno sencillo: fumar puede provocar mal aliento. El consumo de tabaco puede provocar sequedad en la boca y provocar un olor desagradable que persiste incluso después de cepillarse los dientes.

Calma tu sed

Para evitar el mal aliento causado por la sequedad de boca, es importante consumir una cantidad adecuada de agua todos los días (de seis a ocho vasos de 8 onzas). Al beber agua, puedes controlar eficazmente el olor, ya que ayuda a eliminar las partículas de alimentos y las bacterias, que son las principales culpables del mal aliento.

Si experimenta sequedad bucal persistente o le recetan medicamentos que pueden provocar sequedad bucal, es recomendable consultar con su dentista sobre la posibilidad de utilizar un reemplazo de saliva sin receta.

Consuma un dulce sin azúcar o mastique un chicle sin azúcar.

Una forma de promover la producción de saliva es consumiendo dulces sin azúcar o masticando chicle sin azúcar. El aumento del flujo de saliva puede ayudar a eliminar las partículas de comida y las bacterias, que son responsables de provocar un aliento desagradable.

Disfrute de frutas y verduras crujientes.

Entre comidas, comer zanahorias, palitos de apio y manzanas puede aumentar la producción de saliva y eliminar eficazmente las bacterias. Estas opciones de refrigerios también pueden ayudar a reducir el mal aliento que puede ser causado por el hambre o el ayuno. Saltarse comidas puede provocar un estómago vacío, lo que provoca la acumulación de ácidos estomacales y un aliento desagradable.