Muchas personas, de forma inconsciente, aprietan sus mandíbulas con gran fuerza, desgastando sus dientes y provocándose dolores de cabeza y cuello, debido al bruxismo. ¿Por qué lo hacen? Bien, se trata de una respuesta involuntaria a la tensión nerviosa, que se traduce a su vez en tensión muscular en la región malar. Al pasar los años, las personas pueden notar que hay esquinas quebradas en sus dientes o, incluso, que estos parecen ser más cortos. Y así es, el bruxismo…